El denominado movimiento del Riot Grrrl será una explosión de feminismo dentro de la escena indie punkde los años 90, al mismo tiempo que parte de las bandas participantes en este movimiento también tendrán sus raíces en la incipiente escena grunge porque la gran mayoría de las bandas adscritas al riot grrrl provienen del área de Olympia/Washington (en el estado de Washington está la ciudad de Seattle). El Riot Grrrl es un intento de situar a la mujer como artista dentro de la escena musical porque hasta este momento, mayoritariamente, las mujeres vivían dentro del mundo de la música más como groupies que como músicos.
La datación del nacimiento de este movimiento musical de liberación femenina es bastante difícil, es posible que el hecho clave para la desencadenación del Riot Grrrl esté en la International Underground Pop Convention celebrada en Olympia en Agosto de 1991. La primera jornada de este encuentro musical internacional se desarrolló bajo el nombre de Girl Day por lo que sólo actuaron grupos compuestos por chicas. Era como un intento por dar un papel protagonista a la mujer dentro de un mundo, el del rock o el del punk, tradicionalmente de carácter machista o, al menos, dominado por los hombres. Ese día tocaron: L7, Bikini Kill, Tiger Trap, Bratmobile, 7 Year Bitch,... Estas bandas llevaban una especie de liberación femenina que iba más allá del aspecto puramente musical ya que sus letras no estaban centradas en el machismo imperante en el mundo de la música, hablaban de violaciones, abusos sexuales, lesbianismo, destrucción de los estereotipos propios de la mujer tradicional,... todo ello apoyado en la música y en multitud de fanzines donde se propagaban todas estas ideas.
Todos estos grupos femeninos van a participar dentro de la escena hardcore/punk ya que su forma de actuación va a estar basada en el Do It Yourself, en la creación de recopilatorios de riot grrrls, en la producción de fanzines, aparecieron sellos totalmente underground que se van a encargar de sacar los trabajos de estos grupos, por ejemplo el sello Kill Rock Stars, había un gran apoyo entre las bandas lo que les llevaba a editar discos y singles conjuntos o a compartir giras nacionales. Hay que tener en cuenta que el simple hecho de rascar una guitarra o aporrear una batería, dentro del riot grrrl, no sólo era una forma de diversión también lo era de liberación. Se puede pensar que esta tradición de búsqueda de la liberación femenina dentro de la música rock no era algo nuevo, de hecho Janis Joplin pudo ser una riot grrrl pero el papel de gran heroína e influencia para las riot grrrls estará en la figura de Joan Jett quien militó en The Runaways para, después, desarrollar su carrera en solitario cosechando algún que otro gran hit como I love rock'n'roll. Pero las influencias de las llamadas riot grrrls eran bastantes más: bandas del post-punk como X-Ray Spex o The Au Pairs, pero también Yoko Ono, Angela Davis, el situacionismo,... y algunos chicos, ya que las riot grrrls no iban en contra de los chicos simplemente reclamaban un mayor papel para las chicas, entre sus ídolos masculinas destacaran las figuras de Kurt Cobain, como no, o el director de cine independiente John Cassavettes.Las bandas.
Bikini Kill
Se pueden incluir a bastantes grupos y/o solistas que pudieron pertenecer a este movimiento riot grrrl desde PJ Harvey a Courtney Love e, incluso, al principio se consideraba a la bajista de Sonic Youth, Kim Gordon, como un icono del movimiento, incluso creó un proyecto paralelo dentro de esta escena, Free Kitten, con bastante poco éxito por cierto. Pero en realidad aquí nos vamos a ocupar de las más punkis por así decir.Sobre todo hay varias bandas que destacan dentro de todo este movimiento musical de la década de los 90: L7, Bikini Kill, Huggy Bear, Sleater-Kinney o Babes in Toyland, a las que podemos añadir muchas otras bandas como 7 Year Bitch, Team Dresch, Bratmobile, The Buchies,...
L7 realmente se formaron en la ciudad de Los Angeles aunque siempre se las relacionará con las bandas de Seattle, tanto con las propias del grunge como por las adscritas al riot grrrl que proliferarán en la ciudad del estado de Washington. El grupo nacerá en 1985 de la unión de sus dos guitarristas, Suzi Gadner y Donita Sparks, a las que con el tiempo se añadirán de forma definitiva Jennifer Finch, al bajo, y Dee Plakas a la batería. Sus primeros años fueron bastante duros ya que al ser un grupo femenino se hizo muy complicado lograrse un hueco en la escena angelina, donde dominaba el hardrock tan típico del Whiskey a Go-Go o del Rainbow, pero, finalmente, terminarán fichando con Epitaph Records donde publicarán su disco de debut, autotitulado, en 1988. Su siguiente trabajo ya será para Sub-Pop en 1991, smell the magic, aparecen en el festival de agosto de Seattle en el día de grupos femeninos y, en ese mismo año, formarán la asociación sin ánimo de lucro Rock for Choice que intentaba ayudar a nuevos grupos gracias a la participación de otros ya consolidados, como Nirvana, Neil Young o Pearl Jam, en festivales benéficos para recaudar dinero para la asociación.
7 Year Bitch
Desde luego que L7 se beneficiaron bastante del fenómeno Nirvana, cuya base musical era muy punk, y del despegue de Sub-Pop como discográfica independiente que logró, por momentos, ser el sello referencia del mainstream musical del momento. Esto llevó a grupos como L7 a estar en el candelero lo que unido a sus potentes actuaciones les reportó un contrato con una major, Slash/Reprise, donde militaban artistas tan destacados como Faith No More. Slash apostó fuerte por estas chicas, puso dinero en la mesa, un gran productor como Butch Vigt (era el mejor del momento ya que había sido el productor de Nevermind de Nirvana y posteriormente será miembro y productor del grupo Garbage). Todo esto unido al talento compositivo de L7 desembocó en el aclamado bricks are heavy que incluye el tremendo hit pretend we're dead. Desde este disco L7 tendrán un periodo de gran auge, del 94 al 96, girarán dentro del festival itinerante Lollapalooza pero Jennifer Finch dejará a finales de este último año la formación de forma temporal. Desde entonces L7 han sido más un grupo para el directo que de discos de estudios así como desde esa época comenzó un declive bastante serio de los componentes de la banda, especialmente de Donita Sparks.Bikini Kill se formaron en el epicentro del incipiente movimiento riot grrrl, es decir, en Olympia estado de Washington y más concretamente en el colegio liberal Evergreen College donde Kathleen Hanna, Tobi Vail y Kattie Wilcox se juntan para publicar un fanzine de carácter feminista que se llamará Bikini Kill. Finalmente la idea del fanzine acabó llevándose a los escenarios en forma de conjunto de rock de clara actitud y sonido punk unido a un discurso pro-feminista. Reclutarían a Billy Boredom (aka William Karren). K. Hanna será la indiscutible líder del grupo, además de actuar como stripper para ganar dinero para invertir en el grupo, sus actuaciones serán incendiarias donde se unirá la provocación femenina junto con la retórica feminista así como con los ideales propios de la escena independiente del mundillo del punk y hardcore norteamericano. En 1991 aparecerá su primera grabación, revolution girl style now, que será distribuido en formato de cassette, toma do it yourself!!! Esta cinta provocó que el sello de la zona, Kill Rock Stars, especializado en los grupos propios de este movimiento decidirá editarles un ep, bikini kill ep, bajo la producción de Ian MacKaye (Fugazi, Minor Threat, Embrace,...) donde da un nuevo tratamiento a las canciones que aparecían en esa cassette. En 1992 sacarán un disco compartido con las británica Huggy Bear, our troubled youth, junto con un tour por el reino unido con Huggy Bear a principios de 1993. En su regreso a los states entrarán en estudio con la heroína del movimiento, Joan Jett, para grabar un single new radio/rebel girl producido por Jett (que te puedes bajar en la zona de descargas), mientras que en el 94 Hanna será quien devuelva el favor co-escribiendo el tema spinster para el disco pure and simple de Joan Jett. Desde luego lo mejor de su producción musical será su disco de 1994 titulado pussywhipped, que desde mi punto de vista es una magnífica descarga de punkrock. En 1996 sacarán reject all american para disolverse en 1998, comenzando la carrera en solitario de cada miembro de Bikini Kill, la que mayor éxito ha cosechado ha sido Kathleen Hanna con Le Tigre.
Babes in Toyland completan la tripleta de bandas del movimiento Riot Grrl que más populares fueron a todos los niveles. La banda estaba formada por tres chicas, Kat Bejlland (guitarrista), Michelle Leon (bajista) y Lori Barbero (batería), en la ciudad de Minneapolis donde grabaron varios singles y eps, también aquí fue el sitio donde se dieron cuenta que tenían poco futuro debido al dominio masculino de la escena rockera por lo que se mudarán a San Francisco. Allí comenzaron a tocar y a entablar relaciones con otras destacadas féminas de la década de los 90 como Jennifer Finch de L7 o Courtney Love de Hole. En realidad el tren del éxito pasó cuando editaron un single para Sub-Pop que reclamó la atención del grupo Sonic Youth quien llevaron a Babes in Toyland como teloneros de su gira europea para, tras regresar de la misma, entrar en estudio a grabar su larga duración de debut, spanking machine, que fue producido por Jack Endino. Habrá un cambio de compañía discográfica lo que llevará a M. Leon a dejar el grupo, siendo substituida por Maureen Herman. En 1993 sacarán fontanelle para el sello Reprise, una filial de Warner, bajo la producción de Lee Ranaldo (Sonic Youth), girarán dentro del festival Lollapalooza, habrá una especie de ruptura momentánea aunque sacarán un nuevo ep, painkillers, pero la carrera de Babes in Toyland quedará tocada y rematada con sus dos siguientes trabajos discográficos, dystopia y nemesisters, las terminaron de rematar.
Riot Grrls, Grite con ellaspor Víctor Lenore Ladinamo, Publicado en http://www.rebelion.org sección Cultura
¿Quiénes son las riot grrrls? ¿Existieron de verdad? ¿Por qué tan pocos las conocen/recuerdan? A comienzos de los noventa, las chicas de la escena indie punk decidieron que no querían ser groupies, ni ver los conciertos desde la última fila, ni estudiarse las obras completas de Led Zepplein antes de considerarse artistas. Así que, dicho y hecho, se pusieron a tocar, chillar, gritar, criticar y comunicarse. "Esto está pasando sin tu permiso", aullaban Huggy Bear. Diez años después, las semillas del movimiento han germinado en grupos esenciales como Sleater Kinney, Quix*o*tic o Le Tigre.¿Qué es eso de riot grrrl? Como en el caso del punk, se desconoce la fecha de fundación o el origen exacto del término(*). Pero, para orientarnos, se suele citar la International Underground Pop Convention de agosto de 1991, celebrada en Olympia (Washington). Un encuentro de bandas de la escena indie anglosajona que se abrió con un Girl day: sólo grupos de chicas (discriminación positiva contra el machismo del rock). Entre las participantes, bandas folk, pop o punk-rock como L7, Bikini Kill, Tiger Trap, Bratmobile, Heavens To Betsy, 7 Year Bitch o Mecca Normal. Además de música, muchos fanzines, casi siempre fotocopiados, donde las chicas compartían confesiones, agobios y reflexiones. Historias de todo tipo: desde relatos reales de víctimas de abusos sexuales hasta manifiestos contra la cirugía estética. O incluso modos de enfrentarse a esos empleados de la tienda de instrumentos que tratan mal a las chicas que van a comprar su primera guitarra…
Pero, entonces, ¿qué pedían?Creo que nada. El riot grrrl fue un movimiento conectado con la escena indie/punk/hardcore de EE UU y, por lo tanto, partidario de la autogestión. De hecho, en las primeras listas de “discos esenciales” del género, la inmensa mayoría eran recopilatorios. Las riot grrrls creían en el apoyo mutuo, compartiendo giras y vinilos. El primer gran álbum del movimiento fue un elepé dividido entre los dos grupos con más pegada: Huggy Bear y Bikini Kill (Our Troubled Youth/Yeah, Yeah, Yeah, 1992). A la expansión del movimiento contribuyó un reducido entramado de pequeños sellos discográficos de ambos lados del Atlántico: Wiija, K, Simple Machines y Kill Rock Stars (algo así como “Mata a las estrellas de rock”).
Entre las actividades de las riot grrrls figuraban la comunicación y la autodefensa. Por ejemplo, muchos conciertos riot no comenzaban hasta que todas las chicas estaban en las filas de delante y los chicos en las de atrás. En otros, no se dejaba entrar a chicos (o se ponían condiciones como llevar vestido). Era una pequeña venganza (o compensación) por tantos años aplastadas, empujadas o pisoteadas cuando iban a ver a sus grupos favoritos…
¿A qué sonaban los discos? LoPrimero que hay que admitir es que las riot grrrls nunca inventaron nada. Su estética ya estaba presente en el post-punk de grupos de chicas como The Slits, The Raincoats, The Au Pairs o X-Ray Spex. Otro grupo tótem, formado por chicos, fueron The Nation Of Ulysses, hardcoretas situacionistas amantes del soul, que titulaban sus discos de forma elocuente, por ejemplo 13 Point Program To Destroy America (91). En realidad, las fuentes de inspiración del movimiento riot grrrl son muchas: Calvin Johnson, Lydia Lunch, Angela Davis, Talulah Gosh, Yoko Ono, el situacionismo, The Runaways… A mediados de los noventa, se citaba mucho a Kim Gordon (bajista de Sonic Youth) como icono del movimiento, pero lo cierto es que ahora casi nadie la toma como referente. No debe extrañarnos: la señora Gordon hizo un poco el ridículo montando su propia banda riot grrrl (los pésimos Free Kitten) y, además, nunca tuvo mucho que enseñar. ¿O es que alguien recuerda que dijera algo interesante en dos décadas de entrevistas de Sonic Youth? En fin, volvamos al tema…
¿Por qué tan poca gente conoce a estos grupos? En su mayoría, las riot grrrls se negaban a hablar con los grandes medios porque en muchas ocasiones tergiversaron sus frases, intenciones y principios éticos. Así que optaron por los fanzines propios, los periodistas cordiales (Everett True / Sally Margareth Joy) o por conceder largas entrevistas para libros sobre mujeres y rock. Por supuesto, ni la televisión ni la radio tenían espacio para su punk ruidoso, muchas veces crispante, siempre combativo contra la lógica del sistema. Vivieron un aislamiento asumido, donde ganaron tranquilidad a cambio de perder impacto social. ¿Un buen trato?
Pero, ¿odiaban a los chicos?
En absoluto. Entre los héroes de las riot grrrls figuran muchos hombres, entre ellos Kurt Cobain (Nirvana), Calvin Johnson (del sello K Records), Guy Debord / Raoul Vainegem (por su trabajo con el situacionismo) o el actor y director de cine independiente John Cassavettes (a quien Le Tigre dedicaron una canción). De hecho, había chicos en muchas bandas riot grrrl, dos incluso en Huggy Bear (Chris y Jon). Muy pocas veces se organizaron conciertos “sólo para mujeres” y la intención no fue nunca excluir simpatizantes sino sentirse más cómodas. Lo peor del movimiento riot grrrl fueron sin duda bandas como Voodoo Queens, sumidas en el disparate pop: un día criticaban los estereotipos de belleza en el single “Supermodel Superficial” y al siguiente babeaban con el físico de Keanu Reeves en la canción “Kenuwee Head”. Duraron poco –un solo álbum– y nadie las echa de menos. Advertencia: a pesar de alguna adolescente insulsa, no estamos ante un movimiento de niñatas asustadas, muchas riot grrrls (empezando por Kathleen Hanna, cantante de Bikini Kill) conseguían dinero para instrumentos haciendo unas cuantas sesiones en locales de strip-tease (lo justo para pagar el alquiler o hacerse con un nuevo ampli).
Como decían ellas: “Mejor eso que trabajar de camarera”.¿Por qué terminó? Me quedo con la versión de Tobi Vail, de Bikini Kill, en el Melody Maker del 13 de marzo de 1993: “El riot grrrl ahora mismo está más pendiente de su identidad que de la acción. Para mí, lo importante no es qué tipo de chica soy, sino qué tipo de subversión necesito. Además, a las bandas de este entorno tampoco les beneficia especialmente la etiqueta. Por eso, desde ahora, ya no me considero una riot grrrl. Pero me sigue importando mucho el movimiento, quiero que el hecho de formar una banda sea algo tan normal para una chica como lo es para un chico. Porque ahora no lo es…”
¿Qué queda de todo aquello? Más de lo que parece. En un planeta rock donde los grupos se apagan poco a poco, la verdad es que los tótems de la escena riot grrrl han sabido avanzar. Kathleen Hanna pasó del grito (Bikini Kill) al baile (Le Tigre). Las ásperas Slant 6 se reciclaron en las delicadas Quix*o*tic. Sleater Kinney mejoran disco a disco y, además, su batería, Janet Weiss, tiene un excelente grupo paralelo llamado Quasi (que, al margen de grabar discos muy buenos, acompañaban a veces al recientemente fallecido Elliot Smith). Por otra parte, hay una nueva generación de activistas musicales, como Erase Errata, que asimilan los fundamentos de la vieja escuela, añadiendo un toque after punk. Sus dos discos son muy recomendables, así como el Dancing Machine: Erase Errata Remix EP (2003), donde se ponen en manos de cuatro prestigiosos remezcladores: Adult, Matmos, Kid 606 y Kevin Blendchdom. Otra sorpresa reciente es la cantautora Scout Niblett, que tocó el pasado noviembre en Madrid, sola con guitarra o batería (preciosa su voz y su disco Sweetheart Fever, de 2001). Más buenas noticias: The Gossip, grupo de chicas estadounidenses que reparten latigazos de blues minimalista. Por último, supongo que hay que mencionar a las alemanas Chicks On Speed, descendientes fashion del movimiento, que aún provocan dudas. ¿Refrescan el discurso combativo o más bien lo desactivan?
¿Llegó aquí la onda expansiva? Pues la verdad es que no mucho. Ni Bikini Kill, ni Huggy Bear, ni Sleater Kinney han tocado nunca en España. Que yo recuerde, de aquella primera oleada de mediados de los noventa, sólo pudimos ver a bandas irrelevantes como Linus o Coping Saw. Con el tiempo, Le Tigre actuaron en la primavera de 2002 (gran concierto en el Gruta 77 de Madrid, aunque bostezaban de cansancio) y Quix*o*tic tocaron una noche de otoño de 2000 en la sala Siroco de Madrid (con tan poca promoción que muchos ni nos enteramos). Contra todo pronóstico, existe al menos una banda española muy influida por el movimiento riot grrrl: hablamos, claro, de Hello Cuca. Su excelente directo combina actitud punk con el más selecto rock and roll añejo. ¿Son la única conexión hispana? Yo pensaba que sí pero Borja Prieto, co-presidente del sello Yo-Yó Industrias, avisa de que existe una escena post-riot hispana con bandas como Veracruz, The Particles o Las Dolores… A ver si hay suerte y emergen…
Postdata: Kathleen Hanna explica que el término “riot grrrl” nació en Washington, en mayo de 1991. Fue tras una revuelta popular en la ciudad, cuando la gente protestaba por un episodio de brutalidad policial. La policía había disparado por la espalda a un emigrante salvadoreño ante varios testigos, asegurando luego que se había resistido a un arresto. Por lo visto, una artista local, Jean Smith, miraba los disturbios por televisión cuando dijo: “We need a girl riot, too…”. Allí estaban Allison y Molly, de Bratmobile, que decidieron bautizar así un fanzine.
En sus propias palabras
Kathleen Hanna, Bikini Kill, 1996: “En algunas entrevistas, mentía diciendo que había riot grrrls por todo EE UU, citando incluso ciudades concretas. Era todo mentira, pero al año siguiente resultó que había grupos de riot grrrls en esas ciudades. Supongo que, al leer la entrevista, muchas chicas salían a la calle buscando riot grrrls y acaban hablando unas con otras” (del libro Angry Women In Rock, 1996)
Janet Weiss, Sleater Kinney, 2002: “Nunca fui una riot grrrl, pero creo que acertaron al no dar entrevistas a los grandes medios. Habría sido una pérdida de tiempo, porque no escuchan. La prensa mainstream silencia o distorsiona todo lo que no entiende. Aquí escogieron distorsionar. El riot grrrl intentaba potenciar la energía de la gente, no despreciar a los chicos o a otras bandas”.
Johanna Fateman, Le Tigre, 2002: “Más que una escena musical, el riot grrrl era algo parecido a una terapia de grupo o un experimento de autoayuda, pero lo cierto es que echo de menos su energía, las ganas de crear algo al margen de lo establecido”.
Discos recomendados que surgieron del Riot GrrrlBIKINI KILL - The CD Version Of First Two Albums - Kill Rock Stars, 1992
Seguramente sería mejor recomendar Pussywhipped (94) o The Singles (98), discos que muestran más aristas del grupo. Pero éste, además de tener más canciones, contiene toda la tensión primeriza que hizo posible el riot grrrl (un cóctel explosivo de frustración, coolness y ganas de comunicarse). De acuerdo, cosas como “White Boy” suenan demasiado elementales, pero aquí también hay himnos incontestables como “Rebel Girl” , “This Is Not A Test”, “Resist Psychic Death” o la preciosa balada “Outta Here”.
HUGGY BEAR - Taking The Rough With The Smooth - Wiija, 1993Fueron unos Pistols de juguete. Grabaron un solo álbum, Weaponry Listens To Love (94), para luego disolverse, sin que apenas nadie recuerde su apasionada chatarrilla punk pop. Más que su álbum, recomendamos esta recopilación de singles, que conserva toda su fuerza, gracia y veneno. Disparaban bocetos nerviosos y asimétricos, pero también singles tan rotundos como “Her Jazz”, “Pansy Twist” o “Shaved Pussy Poetry”. Integrismo romántico y pandillero para intentar derretir el plástico de las listas de éxitos.
LE TIGRE - Le Tigre - Mr Lady, 1999Su álbum más famoso y completo es el segundo, Feminist Sweepstakes (2001), donde suenan más a banda, mientras que este es una colección de ideas precocinadas, de forma individual o colectiva, en las habitaciones de los integrantes del trío (de ahí esa portada con la cama y las fotos de carnet separadas). Se abre con la mejor pieza que haya compuesto nunca Kathleen Hanna: “Deceptacon”, cruce sencillo y sublime de rock and roll primigenio, rabia punki y base electrónica/nueva-olera. Un perfecto “recorta y pega” al que nunca se le ven las costuras. Destacan también “Hot Topic” (lista de sus heroínas), “What`s your take on Cassavettes” (sobre el director underground) y su capacidad de contagiar con las ideas más sencillas (oigan “My Metrocard”).
SLEATER KINNEY - All Hands On The Bad One -Kill Rock Stars, 2000
Seguramente, tienen discos más frescos, como Dig Me Out (97), con su portada copiada de The Kinks Controversy. También han grabado trabajos más maduros, orgánicos y complejos, como One More Beat (2002). Pero si recomendamos All Hands… es porque es placer inmediato para el oído: canciones pulidas, pegadizas, casi de radiofórmula, al servicio de una firme actitud indie-punk-riot. El mejor ejemplo: “You Are No Rock’n’roll Fun”, que podría estar firmada por unas The Go-Go’s más combativas. “The Professional” y “Male Model” cuestionan los valores masculinos del rock. En “#1 Must Have” hacen autocrítica sobre el riot grrrl. Impecable.
QUIX*O*TIC - Mortal Mirror - Kill Rock Stars, 2002Surgen de las cenizas de Slant 6, unas riot grrrls de la primera ola, con clase y canciones, sobre todo en su segundo álbum: Inzombia (1995). Siguiendo la evolución lógica, en Quix*o*tic se renuncia a la agresividad a favor de la sutileza, con miniaturas espectrales, que te llaman desde una realidad paralela (muchas quedarían perfectas en una película de Tim Burton). En este segundo álbum, su amplia cultura musical les permite versionear a la vez a Aharon Neville (“Tell It Like It Is”) y Black Sabbath (“Lord Of This World”). La cosecha propia abarca desde el blues pop de “Annonymous Face” hasta la psicodelia gótica de “Ice Cream Sundae”. Una delicia.
Otros discos importantes...
Babes in Toyland: spanking machine (1990) L7: bricks are heavy (1992) Bikini Kill: cd version of the first two records (1992) Bikini Kill: pussywhipped (1994)Sleater-Kinney: call the doctor (1996)Sleater-Kinney: dig me out (1997) Huggy Bear: taking the rough with the smooch (1993)Bratmobile: real janelle (1994) 7 Year Bitch: viva zapata (1994)
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