El tren

Y porfín se ha dormido,

Sí, ha dormitado en la sombra,

arullada por un fondo de lejanas conversaciones

Por gritos ahogados y empeñadas risas,

como de gente que habla a través de mantas,

bien espesas.

Y esta mujer se ha despertado en la noche

y estaba sola,

y mirado a su alrededor,

y estaba sola,

y ha preguntado

quiém conducía

y no le ha contestado nadie,

y ha seguido días y días

loca, frenética,

en el enorme tren vacio

donde no va nadie

donde no conduce nadie.